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El cáncer bucal representa alrededor del 4% de todos los cánceres, y es el más frecuente entre los tumores de cabeza y cuello. En la Argentina se detectan 3000 nuevos casos por año.
Esta enfermedad, que es altamente invasiva, puede afectar la lengua, labios, cara interna de las mejillas, paladar, encías, piso de la boca, glándulas salivales y maxilares. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (INC), puede desarrollarse en personas de cualquier edad.
En todos sus estadios este tipo de patología presenta una mortalidad del 50% y se estima que en Argentina se produce una muerte cada 12 horas. Detectado a tiempo, cuando el tumor no ha superado los 2cm, tiene una tasa de curación del 90%.
Según el INC, en nuestro país se diagnostican 3 mil nuevos casos por año y el 50% de ellos fue diagnosticado entre 4 y 9 meses después de su aparición. Un dato no menor, es el hecho de que el 30% de los pacientes manifestó no haber tenido síntomas.
“Recordamos la importancia de realizar consultas periódicas para revisar la boca; esto implica ir a la o el odontólogo cada 6 meses”, manifestaron desde el Consejo Superior Colegio de Odontólogos de la provincia de Buenos Aires (COSUCOBA). “La detección precoz de los cánceres es fundamental para su tratamiento y posible cura; en el caso del cáncer bucal, realizar los chequeos odontológicos de rutina es uno de los métodos más efectivos”, destacaron.
Además, es aconsejable cuidar ciertos aspectos vinculados a los hábitos y costumbres, siendo el consumo de tabaco y alcohol los factores de riesgo más importantes. Entre estas recomendaciones encontramos:
-Evitar el consumo de tabaco y las ingestas excesivas de bebidas alcohólicas; estos factores se relacionan con el 75% de los tumores bucales;
-Utilizar protección solar en los labios, sobre todo en el inferior;
-Usar barreras protectoras durante la práctica del sexo oral para evitar el contagio del virus del papiloma humano (VPH);
-Realizar los cuidados de higiene bucal diarios;
-Evitar el consumo de bebidas y alimentos muy calientes.
Además, es importante controlar situaciones de trauma crónico sobre la mucosa bucal, como tener dientes con bordes filosos por caries, prótesis desadaptadas o con ganchos que lastimen, y/o hábitos lesivos.